Hace ya varios años que esperaba la llegada del día de
mañana, años en los que he tenido que ver como pasaba la oportunidad de
estrenarme en esta distancia que tanto me llama la atención, oposición, Ávila…por
un motivo u otro al final nunca se daban las circunstancias para correr, para
entrenar lo necesario, para recorrer los 42.195 metros, al final solo quedaba pensar
que otro año seria, que al final algún día me vería en la línea de salida, así
que como toda idea que está en mi
cabeza, como todo reto, como todo sueño que me planteo, tarde o temprano acaba
saliendo, acabo encontrando las condiciones, las circunstancias para que se
haga realidad y mañana por fin, hare que este pase de sueño a realidad.
Como digo la idea estaba en mi cabeza desde hace años y después
de terminar en Ávila, después de un par de meses entrenando por gusto, lo decidí,
este era el año, en unos meses estaré fuera de mi ciudad, lejos de Sevilla, o
era éste año o seguramente todo volvería a complicarse, así que después de
varias charlas, con mi hermano Alberto, con David (Zatopek),… lo decidí, el
objetivo de este año seria correr la maratón, ¿en qué tiempo?, ¿a qué ritmo?… eso
daba igual, lo importante era correr, sin embargo, y como me suele pasar a
menudo, la tuerca dio una vuelta de rosca más y casi sin quererlo me vi
entrenando con un grupo de corredores muy buenos, con experiencia en la
distancia, con un entrenador que sabia sacar de mi ritmos que antes ni veía, así
en la primera popular del año, por el mes de agosto, las sensaciones fueron muy
buenas, los ánimos estaban a tope y aunque todavía me acuerdo de lo duros
que se me hacían los entrenos tan
largos, poco a poco comenzaba a coger confianza, hasta acabar decidiendo que
Han sido siete meses geniales, ahora parece que han
pasado rápido, que no ha sido duro, pero atrás han quedado madrugones, frio,
sueño, horas de pista, risas, muchas risas, carreras, dolores, batir marcas en
10.000 y en media maratón, compartir sensaciones con amigos, compañeros de
fatigas,… siete meses intensos, en los que poco a poco veía como mi objetivo,
mi sueño, se iba acercando.
Ahora intentar resumir en un pequeño texto todo lo vivido
es difícil, para muchos la maratón son 42.195 metros, para mí ha sido mucho más,
no voy a sumar los kilómetros que he hecho, muchos, cuantas series, más todavía,
algunas muy duras, pero hoy a pocas horas de enfrentarme a la maratón miro atrás
y me quedan un millón de recuerdos, que siempre estarán conmigo, un grupo de personas que al principio compartían
un objetivo deportivo y que después de tantos momentos, son amigos, buenos
amigos, por desgracias no todos estarán mañana en la línea de salida, las
lesiones son puñeteras, vienen cuando menos lo esperas, espero algún día estar
con los que faltan, porque estoy seguro que se recuperaran y volverán a correr,
como han hecho siempre.
No quiero enrollarme mucho mas, intento encontrar la
manera de explicar muchas cosas, de agradecer a un
entrenador que durante siete meses no ha dejado de animar, de planificar y de
confiar, a Tinoco, David Jurado, Carlos, David (Zatopek), mi hermano Alberto,
Migue…por estar ahí en cada entreno, en
cada madrugón, en cada serie, en cada duda, en cada risa…
Mañana intentare hacer mi primer maratón en menos de tres
horas, no puedo asegurar que lo vaya a conseguir, no me gusta decir las cosas,
prefiero hacerlas primero, pero como dice el que mañana será mi compañero de
fatigas, el Apache, por lo menos puedo asegurar que voy a dar hasta mi último
aliento para conseguirlo, estoy confiado, porque he entrenado como debía, estoy
ilusionado, porque llevo años esperando y estoy agradecido, a todos los que me
han apoyado, me han dado ánimos y me han empujado a estar mañana, por fin, en
la línea de salida de una maratón.
Suerte a todos los
que mañana tomaran esa línea de salida, en especial a mis compañeros del Club
atletismo Osset San Juan y más especialmente a mis compañeros y amigos durante estos meses, ellos saben quiénes son,
no hace falta que los nombre. Fuerza y honor.
