Camino de Santiago


CAMINO DE SANTIAGO, RUTA DE LA PLATA

Muy buenas, como ya conté en un pequeña entrada, en el año 2010 realice el Camino de Santiago desde Sevilla, por suerte lo hice acompañado de dos personas muy especiales, mi hermano Alberto y mi amigo Javi, prácticamente otro hermano. Después de bastante tiempo, y ahora que tengo tiempo libre, por lo menos algo, he decidido cerrar el año 2010 con esta nueva pestaña en el blog, se trata simplemente de transcribir un diario que escribí durante esta aventura, compartiendo de esta manera mi experiencia y ofreciendo un pequeño homenaje a mis dos compañeros de viaje, como he dicho dos personas muy especiales, ellos me metieron en el cuerpo el virus del triatlón, duatlón, Orientaventura… en definitiva dos personas que me han enseñado muchos valores como la amistad, la superación, la constancia o el compañerismo, y por lo tanto me han ayudado a crecer como persona. Los tres sabemos que después de este Camino siempre estaremos más unidos, por mi parte, agradecerles la posibilidad que me dieron de hacerlo y de vivir este pequeña pero grande aventura. Este es mi pequeño homenaje a ellos dos.

ETAPA 1: Mairena del Aljarafe- Almadén de la Plata, 88 km (3-4-2010)

Aquí estamos los tres, Javi, Alberto y yo, en el bar “Casa Concha”, en Almadén de los huevos, la etapa ha sido muy dura y la verdad que hemos terminado los tres muertos, prueba de ello es que no soy capaz ni de escribir recto.
El primer problema apareció en Guillena, cuando yo pinche la rueda trasera, Alberto mostró sus dotes mecánicos y arreglo el pinchazo, aunque para ello  tuvo que romper el freno de disco…
La llegada a Castiblanco fue muy dura, con una subida de uno 5 km, que sumado al peso de la alforjas, precipitó la aparición de  los primeros pajaritos, en éste mismo pueblo paramos a comer, en una  pequeña placita con una fuente.
De Castiblanco salimos hacia Almadén, unos 30 km de distancia, pasando por el denominado Cerro del Calvario, sin comentarios… antes de que los tres nos convirtiéramos en auténticos cadáveres, tuvimos tiempo de hacer varias paradas en las que Alberto planto un gran pino y en la que Javi quedo totalmente sorprendido al comprobar que llevábamos 7 km y una hora de pedaleo, sinceramente creo que en ese momento Javi murió.
Personalmente el día ha cumplido con todo, risas, momentos duros, calor, frio… la experiencia que hoy ha comenzado y que tanto prometía y promete esta cumpliéndose, hoy estamos un poco más cerca de llegar, y aunque tengo ganas de ver Santiago, me armare de paciencia para poder disfrutar esta experiencia, con dos grandes personas y amigos, tengo planeado exprimirme al máximo y exprimirla a ella, y aunque el día haya sido duro, ya estoy deseando que comience de nuevo la aventura. Hasta mañana

ETAPA 2: Almadén de la Plata- Zafra, 79 km (4-4-2010)

Estoy tumbado en la cama, el día comenzó mal porque mi rueda estaba vacía, lo que nos hizo retrasar la salida hasta las 9.
Los 12 km hasta el Real de la Jara fueron muy duros, igual que la subida a Monesterio, pero los llevamos bien porque eran los últimos kilómetros de sierra. Al salir de Monesterio Javi y yo “plantamos dos pinos” y con menos peso nos fuimos para Fuente de Cantos. Llegamos con una pájara curiosa, de manera que me tumbe en plena calle hasta que llego Estrella, una amiga de Alberto que vive allí. Nos atendió muy bien, nos dio café y pastelitos, y gracias a ésta merienda pudimos resucitar y llegar hasta Zafra, aunque para ello tuvimos que atravesar dos ríos.
Todavía sigo sin freno de atrás, y el de delante tampoco es que vaya muy bien, pero bueno como me duelen las rodillas y el culo, lo de los frenos ni lo pienso.
De lo mejor de hoy ha sido cuando Alberto ha tirado su bici sobre su propio meado, jejeje. Seguimos pasándolo muy bien, riéndonos mucho y haciendo bromas, lo que hace el camino mucho más llevadero.
El albergue está muy bien, estamos los tres en una habitación y la cama es cojonuda, así que me voy a dormir que mañana tenemos guerra de nuevo.
La aventura esta  sobrepasando todas las expectativas, inolvidable,
Paciencia, generosidad y ambición. Hasta mañana.

ETAPAS 3 Y 4: Zafra- Aljucen, 86 km y Aljucen- Cañaveral, 97 km (6-4-2010)

Bueno, ayer debido a que tuvimos que compartir habitación no pude escribir, y la verdad que hoy estoy un poco apagado, intentare que se me note lo menos posible.
Después de dormir en Zafra, salimos dirección Mérida, pasando por Villafranca de los Barros, Almendralejo, Torremejía y por fin Mérida. Éste tramo no fue demasiado duro, fuimos rodando bastante bien y paramos por lo menos 40 minutos en Torremejía para comer algo y tomar un café. Una veza en Mérida vimos el Teatro romano y paseamos por la zona histórica, aunque antes Alberto y yo hicimos una entrada triunfal, jejeje, bajo los ojos del rio Guadiana.
Queríamos arreglar mi freno en Mérida, pero no fue posible, así que salimos dirección Aljucen, un poco perdidos ya que el camino nos estaba bien marcado. Atravesamos un camino romano, con más piedras que plantas, se ve que éstos romanos no conocían el asfalto. Llegando a nuestro destino nos desviamos para ver la presa de Proserpina y de allí nos fuimos para el albergue.
En Aljucen compartimos habitación con tres franceses, uno de ellos tenía el pecho totalmente atorado, lo que provocó que pasara toda la noche roncando cual jabalí en celo, para colmo al despertarme sentí algo en mis piernas, ¡un gato!, ¡se había metido en mi cama!, y lo mejor de todo fue que todo esto solo nos costó diez euros…
Ya al día siguiente (etapa 4) salimos temprano con la idea de acumular muchos kilómetros, pasar Cáceres y dormir en Cañaveral. Durante el camino, pasamos por, Alcuescar, con una subida curiosa, Casas de Don Benito y Aldea del Cano. El paso por Cáceres fue rápido, porque queríamos llegar tranquilamente a nuestro destino. El camino fue cómodo, todo por la nacional N-630. Sobre las 15:30 paramos a comer, cerca de un embalse, comimos sándwiches, avellanas y bebimos agua, por ultimo visite al WC en pleno campo.
Después de comer seguimos a nuestro destino, faltaban unos 15 km, en medio nos encontramos con un albergue un tanto extraño, presagio de lo que pasaría en el pueblo.
Una vez en Cañaveral, nos vimos sorprendidos por la soledad y la frialdad de las pocas personas que encontrábamos, para colmo el encargado del albergue tenía una “papa” como un piano y yacía en el sofá cual vagabundo, únicamente con la compañía de su botella de ron.
El desánimo llego a su máximo cuando comprobamos que no había agua caliente, lo que significaba que no nos duchábamos. Sin embargo, intentamos ser positivos, bajamos a un bar, tomamos un colacao y vimos un tiempo el Barcelona-Arsenal y también jugamos al kiriki.
Al final de todo se puede hacer una  lectura positiva y es que a veces en la vida no todo sale como uno ha planeado, sin embargo siempre hay que seguir hacia delante y luchar por tus objetivos acompañado del optimismo, la ilusión, la esperanza y con mucho corazón, porque igual que hoy nosotros seguimos con nuestro camino, en la vida también siempre se puede seguir hacia delante.
La aventura sigue más que nunca, porque es eso una aventura. Hasta mañana.

ETAPAS 5 Y 6: Cañaveral-Baños de Montemayor, 91 km y Baños de Montemayor- Salamanca!!, 93 km (8-4-2010)

Madrugón para salir de la pocilga en laque pasamos la noche, primer objetivo Plasencia. La verdad es que éste primer tramo fue cómodo, con mucha bajada y frio, con una llegada a Plasencia en la que el viento ya avisaba de lo que nos esperaba. En Plasencia nos paramos a comprar en el Mercadona y también ¡arreglamos mi freno!, así que a partir de aquí voy con dos frenos jejeje. Una vez solucionado todo nos paramos a tomar un café, y sin buscarlo, ni quererlo recibimos una lección para toda la vida. Un hombre nos pregunto sobre el Camino, nos conto su afición al ciclismo y con tristeza en su rostro nos describió porque ya no cogía la bicicleta, su hijo de 35 años tenía cáncer, su historia nos marco a los tres, en mi caso me ayudo a darme cuenta de todo lo que tengo y por supuesto a disfrutarlo al máximo, espero que se mejore pronto.
Salimos de Plasencia y ya desde el primer momento éramos cuatro, nosotros y el viento, de frente, frio e implacable, poco a poco avanzamos, paramos a comer y a tomar un café y al final con la misma compañía (el viento) subimos medio puerto de Béjar hasta Baños de Montemayor.
Dormimos en la pensión Don Diego, cama, televisión, cocina… ¡agua caliente!, la verdad que estuvo muy bien, además cenamos tres empanadas enormes que nos dejaron perfectos para dormir como enanos.
Al día siguiente (etapa 6), empezamos a rodar temprano, teníamos que subir el puerto de Béjar y el tema era serio. Hicimos un tramo largo andando, porque con el peso de las alforjas era imposible pedalear, la nieve cubría toda la montaña y el viento te cortaba la cara, aun así con paciencia y constancia logramos alcanzar el pueblo de Béjar y tomar un café. Todavía nos quedaban muchos kilómetros de subida y además ahora también había viento, que no se pierde ni una etapa, pero seguimos, veíamos a la gente ir a esquiar y ellos nos miraban como sorprendidos, así que poco a poco entre gente, nieve y viento logramos coronar el puerto. Nos dirigimos hacia Guijuelo, camino largo por culpa del viento, tan largo que sentí como el hombre del mazo me golpeaba para dejarme apajarado del todo. Una vez allí, nos comimos la carne membrillo y nos fuimos camino de Salamanca, unos 50 km con largas subidas y escasas bajadas, excepto al final donde las rampas y el viento nos dieron una tregua. En medio, paramos a comer en un pueblo, Beleña,  y aunque parezca mentira, después de  haber comprado unas Coca-Colas y estar comiendo un sándwich tuvimos que irnos por patas porque el pueblo estaba lleno de zumbados, sobre todo uno que se acerco y nos soltó un par de locuras como que para ir a Salamanca teníamos que ir a Sevilla.
Por fin llegamos a Salamanca, temprano, buen albergue, cerca de la catedral, nos duchamos y nos fuimos a tomarnos unas cervezas con tapa. Alberto se ha hecho un pendiente, la verdad que no le queda mal, aunque a mi esas cosas no me gustan.
Ahora voy a descansar, el viaje está siendo inolvidable, muy duro, pero una experiencia muy bonita, de sacrificio, de voluntad, de esperanza, es increíble como cuando uno tiene un objetico no importa si esta cansado, si hace frio o si la duele una rodilla, solamente quiere poner todo lo que tiene para lograrlo, y en esas estamos. Esto es increíble, Sevilla- Salamanca, en bicicleta, 520 k y lo mejor que todavía no ha terminado. Hasta mañana.

ETAPAS 7 Y 8: Salamanca- Zamora, 73 km y Zamora- Mumbuey, 85 km (10-4-2010)

Nos despertamos temprano, hacia mucho frio en Salamanca, nos fuimos en  busca de un buen desayuno y atravesando la Plaza mayor encontramos un sitio donde ponían churros y chocolate.
Salimos con dirección a Zamora, la idea era hacer una etapa tranquila, para recuperar, sin embargo pronto comenzaría a fastidiarse la idea, porque Alberto pincho a los pocos kilómetros. Una vez cambiada la rueda seguimos nuestro camino, ya con algo de viento, y cuando comenzamos a coger algo de ritmo la rodilla de Javi pego el patardazo, así  que paramos en El Cubo de la Cueva del Vino, allí compramos ibuprofeno y nos tomamos algo caliente. Medio recuperados tiramos para delante, Javi con su rodilla mal, Alberto con el tendón de Aquiles reventado y yo con otro tipo de problemas. Fuimos más lento de lo esperado, pero al final llegamos a Zamora y una vez allí nos pusimos a recuperarnos.
El hospitalario del albergue era un vasco aficionado al ciclismo que había subido entre otros el Alpe D´huez y el Marie Curie.
El albergue estaba muy buen, hicimos un kilo de pasta y nos la tragamos entera, después fuimos a dar un paseo y al final nos tomamos una sopa. La noche fue mala, teníamos en la habitación a un personaje que roncaba como un jabalí, así que el descanso solo fue a medias.
Al día siguiente (etapa 8) pensamos en coger un autobús o un tren hasta La Puebla de Sanabria, estábamos muy cascados y pensábamos que mejor descansar, para sorpresa nuestra, la única posibilidad de avanzar era en bici, pues tanto en bus, como en tren no había posibilidad de meter la bici.
Nos pusimos manos a la obra, objetivo Mumbuey, salimos de Zamora, después de aguantar a un zumbado en la estación, y lo primero fue una buena noticia, no había viento, además empezábamos a coger un ritmo curioso, ritmo que acompañamos con el ruido de los coches y con canciones que nosotros mismos cantábamos, así hicimos unos 40 km, hasta llegar a Tábara. Allí tomamos un café, sándwich y magdalenas y después de media hora volvimos a la bicicleta.
 Seguíamos con buenas sensaciones, dentro del cansancio normal y seguíamos cantando (Gardel, chirigotas, estopa…) además ahora si había viento, pero iba ¡a favor! Y nuestras lesiones parecían respetarnos. Así que casi sin darnos cuenta nos plantamos a 13 km de nuestro de destino, por lo que decidimos parar a tomar una coca-cola en Oteros de bodas, eran las tres y pico de la tarde y el sol lucia bajo un cielo azul. Después de la parada retomamos el camino hasta Mumbuey, pueblo al que llegamos mejor de lo que pensábamos, ya estábamos muy cerca de Santiago, psicológicamente creo que ya estábamos allí. Habíamos pasado una etapa dura, íbamos cansados, pero al final lo vamos a lograr y vamos a llegar a Santiago en bicicleta desde casa
El albergue está muy bien, somos los primeros, aunque también han llegado dos vascos, uno esta roncando cual mofeta en celo y nosotros tres nos estamos descojonando. Me ha llamado la atención una iglesia hecha por templarios aquí en Mumbuey (será que como me gustan esas historietas…). Ahora a descansar (este tío sigue roncando) y a ver el Madrid- Barca. Contento porque queda poco y porque  le hemos echado dos pelotas. Hasta mañana.

ETAPA 9: Mumbuey- Lubian, 63 km (11-4-2010)

Salimos de Mumbuey muy temprano, con idea de ir tranquilos, la temperatura era muy baja (hacia un frio de cojones), así que comenzamos a pedalear de forma intensa. El camino era agradable, se nos cruzo un conejo y más adelante pudimos disfrutar de unos quince cervatillos. Continuamos con bajadas y subidas, parando a hacernos fotos, y cuando mejor íbamos Alberto pincho su rueda delantera. Caminamos hacia una zona más llana y por el camino Javi sufrió la descarga de una verja electrificada, para colmo antes de eso cruzamos por una zona pantanosa que nos lleno de barro hasta los tobillos. Llegamos a Puebla de Sanabria donde terminamos de arreglar la rueda, nos toamos un café y paseamos por la zona del campanario. Una vez preparados, nos dirigimos hacia el único puerto del día, unos 8 km de subida hasta  Padornelo. La subida no se hizo fura, hacía calor pero se subía bien, una vez arriba paramos como una media hora y estuvimos charlando sentados en un banco. Nos dirigimos a Lubian, una bajada de unos 6 km  nos hizo volar, marcando una media de unos 50 km/h, hasta llegar al rio Pedro.
Una vez en Lubian entramos en el albergue, nos quedamos en la planta baja, con dos literas, tres camas para nosotros y otra para un señor de Mallorca, muy amable, que ya nos ha acompañado en varios albergues.
Empiezo a echar de menos mi casa, a mi madre, los abrazos y las tonterías de Sofi, en definitiva me doy cuenta de que esta aventura llega a su fin, fin solo físico porque como experiencia siempre me va a valer, estoy a punto de cruzar España en bicicleta, eso me llena de orgullo y felicidad y además me ayuda y me sirve para comprender que si quieres algo, lucha, esfuérzate, se constante, ten esperanza y paciencia y sobretodo cree en tu, porque así, tarde o temprano, lo lograras. Hasta mañana.

ETAPA 10: Lubian- Laza, 61 km (12-4-2010)

El descanso en Lubian fue bastante apacible, además dormimos más horas porque nos levantamos a las 8 ( y no a las 6:30…). Salimos cuesta arriba con un frio impresionante y comenzamos un bajada que nos dejo helados, para colmo justo después comenzamos a subir un puerto, había mucha humedad y nos faltaba el aire, llevábamos 6 km y estábamos con una pájara muy seria, por suerte pronto coronamos el puerto y comenzamos la bajada.
Pocos kilómetros después de la bajada nos paramos en La Gubiña a tomar algo caliente, como siempre yo tome un café, igual que Alberto, Javi tomo un colacao. Después del descanso retomamos nuestro camino a Laza, fuimos atravesando una estrecha carretera abandonada, tranquila, sin nada de tráfico, lo que nos permitía pararnos y hacer fotos y video.
Durante el trayecto, con subidas fuertes, llevamos a nuestros pies un gran embalse, poco a poco terminamos de subir y continuamos con una gran bajada en la que el paisaje era como una postal.
Paramos a comer unos bizcochos en Campobecerro y después de beber algo de agua comenzamos a subir el último tramo serio que nos quedaba. Poco a poco íbamos luchando con la pendiente hasta alcanzar el punto más alto, dejando el embalse a nuestros pies y preparados para desafiar a una larga bajada por camino de tierra y carretera. Nos pusimos manos a la obra y completamos el descenso a una media de 45 km/h, realmente emocionante y divertido.
El albergue en Laza está bien, estamos con nuestro amigo el mallorquín, el tío ha hecho 7 caminos de Santiago, es aficionado a la piragua, ha rodeado Mallorca con una…
Ahora voy a cenar y a descansar, parece que la lluvia amenaza nuestros planes, esperemos que no pueda con nosotros, por nuestra parte no faltara ímpetu y esfuerzo. Hasta mañana.

ETAPA 11: Laza- Cea, 93 km (13-4-2010)

Como cada día sonó el despertador de Javi con la música de Estrella Polar, nos levantamos y preparamos todas las cosas, nos pusimos a desayunar y Javi cuando intentaba entrar en la cocina no se dio cuenta de que la puerta de cristal estaba cerrada y se la trago entera. Cuando salimos del albergue todo estaba con escarcha, con un color blanquecino, el termómetro marcaba – 0,5 grados, las manos y los pies estaban congelados y para colmo cuando nos pusimos a dar pedales nos tragamos 13 km de subida bastante duros. Una vez arriba entramos en un bar dedicado a los peregrinos del camino y dejarnos una concha con nuestros nombres colgada. A continuación hicimos una larga bajada, llaneamos por caminos y fuimos a parar a Vila de Barrio donde nos detuvimos a tomarnos un café y a comer unas magdalenas.
Después del descanso retomamos el camino hacia Orense, camino que cogimos mal ya que fuimos por el largo, que demás incluía un pequeño puerto de montaña que castigo nuestras piernas un poco más.
La llegada a Orense fue muy escabrosa, carretera muy mala y encima con mucho tráfico y con poco respeto por los ciclistas. Nos paramos en Mercadona y compramos sándwiches con embutido para comer, después fuimos al albergue a que nos sellaran y nos indicaran por donde podíamos llegar  a Cea.
Ya en el  camino a Cea comenzamos un dura subida, otra…, a los ocho km nos encontramos con nuestro amigo Miguel (el mallorquín), hablamos con él y quedamos en guardarle una cama en el albergue. El camino se hizo muy duro, aunque es verdad que al final hicimos una bajada muy bonita de unos 8 km.
El albergue era como todos, 5 euros, nos hicimos otro kilo de pasta y una sopa y a descansar para mañana. Ya queda poco. Hasta mañana.

ETAPA 12: Cea- Vedra, 88 km (14-4-2010)

Estoy tumbado en la cama, a unos 17 km de Santiago, estoy cansado y creo que un poco deshidratado, pero también estoy muy contento, casi hemos llegado.
El día comenzó un poco más tarde ya que teníamos pensado hacer menos km, justo cuando salíamos decidimos ir a ver un monasterio en Oserio, al final dicha visita desemboco en 25 km de mas para nuestras piernas, eso si el monasterio era muy bonito. Una vez visitado el monasterio, para ello tuvimos que hacer una subida de unos 7 km para llegar y otra parecida para volver, nos situamos en la N-525 y pusimos rumbo a Bandeira, poco a poco avanzábamos, nos paramos en Castro Dozon a tomar café y avellanas y  también paramos en Lalin.
Finalmente llegamos a Bandeira y para nuestra sorpresa el albergue estaba muy a las afueras, además no teníamos comida, por lo que decidimos seguir, comenzamos una larga bajada, solo interrumpida en una gasolinera para comer una palmera de chocolate y un coca-cola. Después de bajar y bajar llegamos a Puente Ulla y de nuevo otro regalito ya que allí no estaba el albergue, estaba en lo más alto, así que nos hicimos unos 7 km de subida que nos dejaron muertos.
Por fin llegamos al albergue, nos duchamos, preparamos ropa limpia para el día siguiente y fuimos  a un bar a comprar un bocadillo para comer.
Ya nos queda muy poco, por un lado estamos muy contentos, porque el cansancio acumulado hace que tengamos ganas de llegar para poder descansar, pero por otro lado esto se acaba y también da pena, lo mejor es que lo hemos disfrutado todo lo que hemos podido y lo seguiremos haciendo hasta que terminemos. Ahora a descansar para mañana entrar en Santiago de Compostela y poder decir que lo hemos logrado, desde la puerta de mí casa a Santiago en bicicleta. Ha sido muy duro, pero también muy gratificante, ya escribiré como me siento cuando este en Santiago. Hasta mañana.

ETAPA 13: Vedra- Santiago de Compostela, 18km (15-4-2010)

Ya estamos aquí, ahora si podemos decir que lo hemos logrado, Mairena del Aljarafe, Santiago de Compostela, dicho y hecho. Estoy tumbado en la cama del albergue del peregrino de aquí de Santiago, la habitación es amplia y tenemos una ventana abierta, fuera está lloviendo y hace frio, poco a poco anochece.
Esta mañana nos levantamos temprano, estaba diluviando y nos acojonamos un poco, sacamos el chubasquero y  pusimos unas bolsas de basura para cubrir las alforjas. Cuando salimos, sin desayunar, no hacía mucho frio y tampoco llovía, pronto cogimos el camino, que aunque estaba un poco húmedo, estaba perfecto para montar en bicicleta. Íbamos a buen ritmo, subiendo y bajando, animados, la siguiente parada era Santiago y eso era lo único que pasaba por nuestra cabeza. Casi sin darnos cuenta recorrimos los 18 km que nos separaban de Santiago y comenzamos a andar, cargando la bicicleta, hacia la catedral, poco apoco nos aproximábamos… y de repente allí estábamos, frente a frente con la Catedral, en la plaza del Botafumeiro, nos abrazamos, nos caímos al suelo, teníamos una alegría inmensa, todo había terminado, lo hemos logrado, nos hicimos fotos, videos, la gente nos miraba, nos preguntaban, se sorprendían, nos pedían fotos…, estábamos como en una nube, ahora si podíamos decir que lo habíamos hecho.
Personalmente h sido un experiencia inolvidable, he sufrido, he disfrutado, he creído que nunca llegaríamos y que esto era una  locura, también he pensado que era fácil y que teníamos tiempo de sobra, ahora me doy cuenta de lo importante que es tener un objetivo claro, tener una meta, lo importante que es armarse de paciencia, saber sufrir y disfrutar, esforzarse, descansar y sobre todo no retroceder, creer en uno mismo, apoyarse en los seres queridos, porque así hemos demostrado que se puede conseguir lo que sea.
Para muchos esta será una locura, algo sin sentido, a mi me ha  aportado muchísimo y siendo la misma persona de siempre ahora soy más consciente que nunca que el tiempo te pone donde te mereces, esta vez ha sido  Santiago de Compostela, la próxima puede ser cualquier otra cosa, ciudad, o lo que sea,  solamente hay que luchar con las armas necesarias que como antes he dicho son paciencia, coraje, esfuerzo, sacrificio, confianza….
Esta aventura ha acabado, mi hermano Alberto y el ciervo de Javi han sido dos estupendos compañeros, me han enseñado y dado mucho, siempre se lo agradeceré, ahora solo queda esperar a mi hermano Javi, que viene a “carajo sacado” a recogernos y volver a Sevilla mañana, que necesito compartir ésta aventura con mi madre, mi hermano Lolo y con mi peque, que aunque no los he nombrado en ninguna etapa han estado presentes en todas y cada una de mis pedaladas, su presencia me hace fuerte, y su recuerdo me permite afrontar cualquier reto.

Gracias a todos los que me han permitido vivir esta aventura y gracias en especial a mis dos compañeros de viaje por empujarme a hacerlo, y por no desistir hasta lograrlo.


1 comentario:

Jorge Ramiro dijo...

Estaba con ganas de hacer un largo recorrido, aunque aun no se por donde hacerlo. Por eso, estaba buscando informacion de distintas ciudades y consejos que me ayuden a decidir hacia donde voy. Cuando decida, voy a buscar con avantrip hoteles a un precio económico